Un tren de pensamientos

Me encuentro frente al televisor viendo una serie de televisión en donde uno de los personajes, protagonizado por Harrison Ford, tiene la condición del Parkinson’s. Comienzo a llorar. La escena presenta como Paul, un prestigioso psicólogo, decide ver a su nieto en la obra de teatro de la cual es parte. A diferencia mía Paul está en sus 70s y sus síntomas se presentan de la manera en que la sociedad piensa son síntomas comunes del Parkinsons. Le tiemblan las manos y de vez en cuando se le ‘frisan’ las piernas al caminar.

“Are you ok hon?”, me pregunta la rubia de ojos color Mar Caribe. De un riachuelo de lágrimas mis ojos dan paso a un río que acaricia mis cachetes. La nariz se llena de mocos; comienzo a respirar por la boca. Palabras no salen de mi boca pero la emoción detrás del llanto provoca un sentimiento de alivio.

“Es que esta escena me acuerda a Darío. Me pregunto si podré asistir a sus eventos y si podré ser parte de ellos.” respondo. Andrea con su capacidad de comprensión responde, “I understand where you are coming from, but honey none of us know. So let’s not worry about what hasn’t happened yet. There is no point on being anxious about the future since we don’t know what it holds. Let’s think about the now. Do you want a tissue?”

Con mi cabeza le digo, “Sí”.

El poder del ahora es lo que realmente importa. Sí, tengo Parkinson’s, una condición que según la ciencia no tiene cura y es progresiva. Como lo veo tengo dos opciones, o me hundo en el cuento que cada día que pasa me estoy poniendo peor o decido pensar que todos los días doy lo mejor de mí para vivir cada momento como si fuera el último? Aquí es que comienzo a soñar ¿Podré ofrecer mi práctica de Yoga como regalo a la sociedad aunque tenga Parkinsons? ¿Tendré la oportunidad de ayudar a otros a concientizar su salud y cómo mantener una vida rica en amor, paz y compasión?

Se trancó el bolo

Cuando se nos tranca el bolo es fácil “pichar” y no enfrentar esos momentos que nuestra mente utiliza para definir nuestra identidad. “Estoy enfermo, y no sé como sanar, he fracasado.”, “Soy un fracaso porque mi matrimonio se rompió.”, o “Este matrimonio no es lo que un día fue. Creo que es hora de irme.” No estamos solos en esto. A todos nos pasan pensamientos negativos, lo importante es reconocer que no somos nuestros pensamientos y que él abrirnos a otras personas nos ayuda a realizarlo.

Cada uno de nosotros sufre, ninguno de nosotros esta libre del sufrimiento. El compartir con gente y abrirse a los demás nos abre al entendimiento que al igual que yo, tú sufres y tenemos la oportunidad de cultivar la compasión por los demás. Paramos de pensar “¿Por qué a mí?” y lo transformamos en un “¿Para qué?”

Mi gente, vivimos en un mundo que trata de distraernos de la verdad de lo que somos. Un mundo que se basa en el egocentrismo. En yo voy primero y tu vas después. Esta idea está impregnada en nuestro subconsciente y no nos damos cuenta de que ese es nuestro ‘modo operandi’. Yo he sido víctima de esta ideología. Ahora bien, si el mundo paralelo que hemos creado va con fricción a la naturaleza de la vida, ¿qué hacemos?

Exterior como sinónimo de naturaleza

Nuestra vida se rige por nuestras creencias. Desde niños nuestras creencias fluyen de una generación a otra a través de la enseñanza. Es decir, nuestras creencias van moldeándonos desde adentro hacia fuera. El creer o el no creer en algo tiene la capacidad de definir cómo nos relacionamos con lo “exterior” (e.g. naturaleza) a nosotros. Defino exterior utilizando nuestra piel como límite. Si lo percibimos como algo “fuera” de nuestra piel entonces es parte del “exterior”. Si se percibe como “dentro” (e.g. órganos) de nuestra piel entonces es parte de “mi”. Esto es un punto clave por qué es esta creencia que da paso al concepto de “separación”. De la desconexión entre Yo y el resto. Aquí es que a mi entender hemos dado paso a un error masivo del cual somos víctimas y es una de las causas principales del consumo insaciable que existe hoy día.

Tu exhalación es mi inhalación.

Somos uno y uno somos todos

¿Si tu exhalación es mi inhalación, cómo es posible que haya una separación entre Tú y Yo? Vamos a utilizar otra analogía. El sol se asoma, las plantas dicen hola con sus hojas y la tierra se calienta. Esta claro que existe una relación entre el sol, las plantas y la tierra. El ser humano necesita agua y alimentos para poder mantener su vida en la tierra. Si lo que comemos esta conectado al sol, a las plantas y a la tierra entonces ¿cómo es posible decir que somos entidades separadas? El simple hecho de que estas cosas se relacionan nos brinda el entendimiento de que nada pasa por sí solo y todo se interconecta.

La religión y su conceptualización de Dios

Como cualquier puertorriqueño de 36 años fui criado con la idea de que Dios vive en el cielo y es omnipresente y ve cuándo haces el “bien” o el “mal”. El Dios que creció conmigo siempre se sintió como externo a mí, como alguien que vive fuera de mi ser y que esta pendiente de si estoy siguiendo las reglas sociales que crean un mundo binario. Me vuelvo y me pregunto ¿Qué es Dios? ¿Yo creo en Dios? Si, pero no en el mismo Dios que visualizaba cuando niño. Esta es mi nueva definición de Dios,

Dios es la energía creativa que hace que todo se manifieste.

En este tren de pensamiento me voy con la tranquilidad de que somos capaces de crear nuestro futuro y que con un cambio de conciencia podemos manifestar lo que queremos.

Gerardo

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1 thought on “Un tren de pensamientos

  1. Edwin Quinones April 1, 2023 — 8:41 pm

    Excelente Gerar! Gracias…

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